25 feb 2010

"La Cajita (In)Feliz"

Metrero: calificativo que se le da a las personas homosexuales que practican sexo en cualquiera de sus múltiples variantes, siempre y cuando sea realizado en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo. Fuente: http://anodis.com/

Todos hemos escuchado aquello de "no te subas al último vagón porque es el de los gays". Lamentablemente, este mito urbano...es cierto. Hace algunas semanas, revisando mi correo, llegó a mi vista una revista en linea elaborada por jóvenes de la UNAM. No le había tomado mucha importancia, hasta que mis ojos se postraron en uno de los subtítulos de la revista on-line: Los metreros: Intolerancia sobre ruedas.

Como comunicólogo, con dos años ya de experiencia, uno tiene ciertos sentidos periodísticos que, de alguna manera, se "encienden" y lo hacen a uno pensar "ahí está la nota, el meollo del asunto, el chisme si lo quieren llamar así".

Mi curiosidad, y tal vez morbo, me llevó a leer el artículo de la revista Círculo Universitario, para así enterarme del contenido de dicho artículo. Mi cara de sorpresa se hizo presente cuando en el título del artículo leo: "La cajita feliz: Escenario de los metreros", acompañado de la siguiente foto.

He ahí el origen de este post. Primeramente quiero aclarar, YO no tengo NADA en contra de la comunidad HOMOSEXUAL; uno de mis mejores amigos es gay y, además, convivo con muchas personas con esta preferencia sexual. Incluso defiendo su derecho a contraer matrimonio.

Según la pequeña investigación que realicé, puesto que sólo encontré dos sitios semi-serios que hablaban sobre el tema, he recabado los siguientes datos:

Los involucrados en estos hechos básicamente se divide en homosexuales y bisexuales (hombres) de entre 15 y 35 años, heterosexuales (hombres) muchos de éstos casados, que gustan de frecuentar el vagón para que les practiquen sexo oral.

Los cinco pasos...

El encuentro lleva un orden que básicamente se resume en cinco pasos:

1. Encuentro entre desconocidos (fugaz y momentáneo)

2. Contacto visual (ligue)

3. Contacto corporal (faje)

4. Práctica de sexo (vía anal, oral o masturbación mutua)

5. Despedida sin compromisos

Es aquí cuando cito una de mis frases favoritas, la de la maestra Camarillo: "¿Es aquí cuando uno se pregunta...qué mierda le pasa a esta gente (el mierda se lo agrego yo)?"

En primera instancia, ¿quíen les dio el derecho de adueñarse del último vagón? Como usuario del Sistema de Transporte Colectivo, alias metro, creo que todos tenemos derecho a subirnos en el vagón que se nos de la gana abordar. Y aunque hay divisiones, son a causa de la situación de violencia y acoso que las mujeres, que a lo largo de los años, han sufrido y exigido justicia.

“Estamos tratando de lograr establecer un espacio para nosotros, las mujeres y niños tienen el primer vagón, entonces ¿por qué no, también un vagón para nosotros?”, respondió un individuo que dijo llamarse Anónimo Gutiérrez.

Pero, para que piden el último vagón, cómo protección de una sociedad machista, falocéntrica (dominación masculina lo llamaría Braudillard), o sólo como hotel ambulante y barato. Si bien estos "metreros" saben los peligros y concecuencias de sus actos (asaltos, extorsión, etcétera), les vale un reverendo cacahuate lo que pensemos y hacen lo que se les antoja.

“El metro es un lugar ideal para conocer gente de la comunidad gay, y si hacemos cuentas diariamente tenemos sexo con alguien distinto y por lo menos experimentamos placer, hasta con 300 personas en promedio al año”, declaró un adicto a estas experiencias.

Recuerdo la experiencia de un compañero, que se enfrentó a esta situación. El no es gay ni mucho menos sabía de la práctica que llevan a cabo estos sujetos. Sin embargo, un hombre se le acerco y, sin medimiento alguno, se atrevió a tocar sus genitales. Al reclamar la acción, el sujeto sólo se limitó a decir "pues si te metes a este vagón, ya sabes a lo que le entras no".

El transporte PÚBLICO es de todos, por eso es PÚBLICO, no es justo que estos individuos (que como bien tienen en mencionar algunos miembros de la comunidad gay, sólo crean una imagen errónea de lo que es un homosexual) por su mera calentura (disfrazada de "la magia del amor") se atrevan a atacar la libertad de los otros pasajeros de subirse en el vagón que más se les acomode.

Muchos de nosotros, en especial los ancianos y las mujeres embarazadas y con niños, optamos por el último vagón, por ser éste más despejado y cómodo para no viajar apretado. Si los niños se encuentran en medio de estas prácticas, pues relatan algunos de los casos de la página anodis, que limitan en la orgía, qué pensarán.

El metro se ha convertido en todo (tianguis, sauna, auditorio y ahora hotel), pero ¿acaso queremos que se convierta en un medio de transmisión de enfermedades? Pero ni hablar de acabar con la práctica, pues ya han amenazado diciendo:

"Josmar dijo que el seria capaz de armar un escándalo, Mau un chico de 20 años coincide: si se va la cajita feliz yo me voy con ella, porque ahí muchos hemos formado nuestros romances; si la desaparecen somos capaces de organizar grandes marchas para que la restablezcan aunque arriesguemos nuestro pellejo".

Y si creen que estoy exagerando, chequen un fragmento de la historia de uno de los metreros que encontré en la página de anodis:

"Justo frente a mí, un joven atractivo miraba fijamente el bulto que encierra mi sexo, después penetró su mirada en mis ojos. Yo correspondí repitiendo en el mismo orden la insinuación para consolidar un trato sin palabras de por medio, que deseábamos se cumpliera.
Se acercó a mí impaciente, colocó su mano derecha sobre mi hombro y la izquierda abría el cierre de mi pantalón ajustado a la piel, poco a poco mi pene endureció. Mis manos como con la fuerza que un imán atrae el metal, se dirigieron a tocar y masturbar su miembro erecto." (seguir leyendo).

Todos podemos hacer lo que se nos antoja, pero por primera vez en este blog, creo que ésta es excepción a la regla.

Fuentes:

http://anodis.com/
http://www.scribd.com/doc/25493403/Circulo-Universitario-2009-II

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es.. de hecho yo evito entrar al joti vagón, me da cosa por que me siento acosado '¬¬

Y si supieses que hay blogs donde ponen videos de weyes poniendole en el metro.. no no no... digo, me han contado q existen esos blogs xD

Ya hasta le ponen nombres a las estaciones:
-prostituyentes (constituyentes)
-Aqui se les dan (aquiles serdan)

A pesar del riesgo que se corre, es considerado por la mayoría de los gays algo vulgar y de mal gusto; no es justo que por ese tipo de gente crean que todos somos asi..

Daniel "El Lagarto" dijo...

Me viene valiendo madres si se fajan o cogen en el metro, si eso quieren, no me molesta. Tampoco que se les haya asigando el vagon del fondo para hacer sus travesuras, de hecho me suena a que quieren jugar a ser negros.

Me emputa más que el metro sea un tianguis a un hotel. Así como también, me jode ver un transporte sucio, sean jotos o machos o hembras, está jodido que hagan este mal uso del metro.

Nada más no me embarren sus pesuñas en las bolas o en las nalgas.

Y para finalizar, el acoso puede ser en el último vagón, o al frente de la fila del supermercado.